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CO2 Casero con Azúcar y Levadura para Acuario

El dióxido de carbono o CO2, es un gas altamente soluble en agua cuando se compara con otros gases que se encuentran en el H2O, sobre todo el oxígeno y el nitrógeno. La cantidad de dióxido carbónico y oxígeno que se encuentran diluidos en el agua son muy importantes porque alteran directamente el equilibrio químico del agua a través de parámetros como el pH y KH. Es importante que estos niveles se encuentren bien equilibrados porque forman parte del proceso biológico de los peces y las plantas.

El intercambio gaseoso, una de las formas fundamentales en que los habitantes de un acuario pueden respirar, pero este proceso respiratorio no es el mismo que usamos quienes nos encontramos en la superficie. En esta internación, el dióxido de carbono sale de la molécula de agua y el oxígeno se disuelve debido a que hay más oxígeno en el aire que en el agua, y de forma inversa, con el dióxido de carbono.

EL CO2 EN UN ACUARIO PLANTADO

La irrupción del CO2 en un acuario no sucede de forma autónoma, por lo que necesita de la intervención del movimiento para “romper” las capas superiores del agua y se pueda realizar este intercambio. Este movimiento puede ser más importante de lo que piensas porque puede que el oxígeno no sea suficiente para la fotosíntesis de las plantas. Aunque muchas plantas no necesitan una adición de CO2 para poder crecer, por regla general, un extra de dióxido de carbono siempre ayuda a que pueden fortalecerse, sobre todo en el momento de crecimiento y durante la plantación.

Si se va a hacer una edición de dióxido de carbono, la mejor recomendación sería mantener un nivel de KH de 90 mg/L. También se puede usar el CO2 para bajar el nivel de pH hacia un rango más neutro o hacia la alcalinidad que necesitan los peces y plantas. En el caso de los peces, el dióxido de carbono disuelto puede alterarlos. Es importante mantenerlos monitoreados ante cualquier cambio en su comportamiento o en su aspecto físico.

El carbono es de los nutrientes más importantes para las plantas. Una deficiencia de este puede causar retrasos en la tasa de crecimiento o enfermedades. El carbono que necesitan para vivir, las plantas lo obtienen del CO2. Sin embargo, no todas las plantas necesitan la misma cantidad de CO2, por esto es necesario saber cuáles son las necesidades, exigencias y comportamiento normal que las plantas de acuario deben tener.

La fotosíntesis es el proceso vital por el que las plantas se nutren, pero para realizarlo necesitan CO2. Es muy común ver algunas burbujas en el acuario, una de las razones de esto puede ser que las plantas se encuentran en proceso de fotosíntesis.

Muchas veces hemos escuchado hablar la fotosíntesis, pero a veces no sabemos bien de qué se trata. En este proceso, las plantas toman las materias organicas e inorganicas que se encuentran en el agua para asimilarlas y producir nutrientes. De un modo análogo a como lo hacen las plantas terrestres, las plantas acuáticas también usan la luz y la absorción de dióxido de carbono para producir sus alimentos y expulsar oxígeno. De una forma muy resumida podemos decir que en cuanto más luz y CO2 hay en el acuario, las plantas disponen de mayores nutrientes para crecer y desarrollarse.

 

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¿CÓMO CONSIGUEN LAS PLANTAS EL CARBONO?

Aunque las plantas necesitan del carbono, no tienen tantas fuentes de alimentación para conseguirlo. En la cadena de agua, a través de los carbonatos y los bicarbonatos, pueden adquirir una porción de este nutriente. También pueden pueden conseguir el CO2 a través del del intercambio gaseoso, la adición de CO2, la luz, etc.

Cuando hablamos de acuarios plantados, hay unos más exigentes que otros en cuanto al CO2 y el carbono. Cuando los requerimientos de carbono son altos, el intercambio gaseoso será insuficiente y será necesario añadir un suplemento. Por otro lado, si no hay suficiente luz, el problema de la absorción de nutrientes se complica mucho más.

Cuando las fuentes de alimentación son escasas, las plantas terminan por hacer muchos esfuerzos para conseguir el carbono por su cuenta. Todo esto produce graves desequilibrios porque la mala e insuficiente absorción de materiales nutritivos, producirá un problema de sobrepoblación de algas que se van a aprovechar de los nutrientes que pudieran ser utilizados por las plantas. El equilibrio del pH también se puede ver muy afectado porque cuando las plantas toman demasiados carbono de los carbonatos y los bicarbonatos, el dKH empieza a desestabilizar el pH del agua.

Hacer una suplementación de CO2 ayuda a mantener un mejor control sobre los niveles en el agua. Existen varias formas de hacerlo y de esta forma las plantas no tienen que esforzarse en conseguir alimentos. También en una buena forma de acelerar y optimizar el proceso de fotosíntesis y se pueden absorber de buena forma el resto de nutrientes que las plantas también necesitan. Es necesario recordar que el nivel de CO2 en el agua es mucho menor al que se encuentra en el agua.

BENEFICIOS DE INYECTAR CO2 EN UN ACUARIO PLANTADO

  • La mayoría de los acuarios domésticos tienen una deficiencia de CO2 que no permite que las plantas se acondicionan dentro del acuario u obstaculizan su crecimiento.
  • Esta es la fuente principal de carbón que deben recibir las plantas.
  • Es una forma de ayudar al bienestar de las plantas porque mejora el nivel de pH de los acuarios.

EL CO2 EN LOS ACUARIOS DE PECES

Cuando en un acuario sólo se mantienen peces, es un poco más fácil controlar el pH porque la actividad biológica y las necesidades giran en torno a los peces, sin las complicaciones de las plantas. Cuando los peces necesitan un pH que supera los los 8, hay que tener presente que la cantidad de CO2 presiona  una disminución directa del pH. Aunque puede que el cambio no sea inmediato, la incidencia del dióxido de carbono es directa, a pesar de que se pueda tardar un tiempo en ver el cambio.

El cambio de pH es muy peligroso para la salud general de los peces. El sistema inmunológico siempre se ve afectado ante el cambio de este parámetro. Esto hace que las infecciones bacterianas y parásitos afectan mucho a los peces.

Cuando tienes acuarios en los que sólo se encuentran peces, hay que procurar un intercambio gaseoso líquido y lo más rápido posible. Se puede hacer por medio del movimiento superficial, la corriente interna a nivel de las capas más profundas de agua, el uso de los skimmer y también con el cambio de agua en el acuario.

También debes tener en cuenta que una forma química natural de mantener equilibrado el CO2 es conservando una buena reserva de alcalinidad. La dureza temporal debería mantenerse sobre los 15 dKH y esta se puede alcanzar añadiendo carbonatos y bicarbonatos en presentación líquida para que se distribuyan uniformemente por toda el agua.

Recuerda que todos los cambios de parámetros en el agua deben incorporarse de forma gradual porque los peces pueden sufrir cuando notan que el agua ha tenido cambios radicales. No debes aumentar el dKH en una medida superior a 1 grado por dia. Si aumentamos de forma descontrolada el dKH es posible que el CO2 se descontrole. La sal marina es una buena solución para elevar el nivel de DKH por encima de los 8.

La salud de los peces, en gran medida, depende del equilibrio en el que puedan vivir. Puedes darte cuenta que no hay suficiente O2 en el acuario cuando los peces empiezan a nadar hacia las capas más altas de agua y aumenta su frecuencia respiratoria. Hay fenómenos en los que podemos ver que la intoxicación por CO2 produce que los peces estén inquietos, ansiosos, desequilibrados o lentitud en sus movimientos. Debido a la falta de movimientos, empiezan a volverse cada vez más inertes y se ocultan en las capas más profundas de agua.

¿TODOS LOS ACUARIOS NECESITAN CARBONO?

El carbono es uno de los minerales más importantes para la vida marina. Sin embargo, hay que tener precauciones en cuanto a las necesidades de los acuarios domésticos. Todos los ecosistemas acuáticos tienen carbono de forma natural, bien sea en forma de carbonatos o dióxido de carbono. También se puede obtener de diferentes formas. Sin embargo, los acuarios que tienen una alta cantidad de especies vegetales, van a  necesitar mucho más carbono.

El sustrato nutritivo y la cantidad de luz también llega a  alterar la cantidad de carbonos que tienen las plantas. Cuando los parámetros del agua son precarios y las plantas no alcanzan a tener los nutrientes que necesitan, es posible que mueran. Las plantas tapizantes y las de altos requerimientos suelen necesitar más carbono que las demás.

Es importante que todas las plantas tengan las mismas necesidades. Muchas veces algunas plantas no toleran demasiada exposición a  la luz o una cantidad alta de carbono, por lo que este sería un escenario en el que las plantas empiezan a sufrir por no encontrarse en el ecosistema que deberían vivir.

FORMAS DE ADICIONAR CON CO2

Existen muchas formas de incorporar un extra  de dióxido de carbono en el acuario. Comercialmente, existen soluciones avanzadas que incluyen monitores que pueden registrar el nivel exacto de pH. También integran controles electrónicos sobre una válvula que se llama solenoide que es capaz de abrir y cerrar el gas según el nivel de pH que queremos mantener en el acuario. Sin embargo, existen otras soluciones comerciales muy rudimentarias que no funcionan con tanta exactitud. 

Ya sabemos que el CO2 es muy importante porque no sólo regula la cantidad de nutrientes que tienen las plantas. También son importantes para las actividades biológicas más importantes de los peces como respirar. En este sentido, abonar con un buen control de pH es mucho más seguro y no son los sistemas más costoso que podemos encontrar. Recuerda que la vida en un acuario depende del equilibrio, sobre todo el de pH, la dureza de carbonatos y el resto en nutrientes.

Los sistema de pH con sonda son muy fáciles de usar y sirven para calcular, entre otros parámetros, el CO2 disuelto en el agua.  A Pesar de que su nombre comercial es medidor de CO2, sigue siendo un medidor de pH con el que podemos saber cual es la concentración exacta de dióxido de carbono en cada mg/L.

Este es un aparato que se ve un poco intimidante, pero en cuanto entiendas para qué funciona cada parte, todo será más fácil y rutinario. La pieza más llamativa es una botella que contiene gas licuado a presión. Según el fabricante, puedes encontrar estas botellas de uso único o los modelos que son recargables. A pesar de que los recargable implican un mayor coste en primer momento, a largo plazo es mucho más económico.

El gas que se encuentra en la botella debe ser dosificado con un reductor de presión que permita la expulsión de gas según las indicaciones del manual de instrucciones del fabricante. Estos reductores de presión suelen tener dos indicadores; uno está destinado para cargar de nuevo la botella y otro que se va  encargar de regular el nivel de presión con el que va a salir el gas. La cantidad de gas que entra en la cual se puede observar usando el medidor de burbujas.

La válvula solenoide es un medidor eléctrico que se usa para abrir y cerrar el circuito de extracción de gas. Estas válvulas siempre se deben conectar a un programador de tiempo, no se pueden mantener en funcionamiento sin descanso. Se puede programar para dejar de funcionar por la noche y evitar intoxicaciones. También se puede controlar cuando se conecta a un controlador electrónico de pH, estos aparatos están diseñados para expulsar gas sólo cuando los niveles de pH se encuentran muy elevados.

La válvula antiretorno también es una pieza muy importante. Se trata de un mecanismo que evita que el agua entre dentro del equipo cuando hay accidentes como fallas eléctricas. También sirven para disolver el gas en medio líquidos. Cuando el tubo atóxico se encuentra directamente en el agua, las burbujas ascienden hasta la superficie y se irán perdiendo en el camino.

La cantidad de CO2 que se recomienda en los acuarios de agua dulce, suele estar cerca de los 35 mg/L. Cuando controlamos la salida de gas y se controla la dureza de los carbonatos, se puede estimar el nivel de pH que va a registrar el acuario. Existen muchas tablas que puedes consultar para ver los valores relacionados entre sí.

REACTORES DE CO2

Los reactores son cuencos cerrador con las burbujas que produce el gas se quedan encerradas. Por lo general, cuentan con una especie de resorte que produce un movimiento constante de agua. Funciona con una bomba que impulsa o retorna el filtro presurizado Este proceso hace que la disolución del dióxido de carbono en el agua sea mucho más eficiente.

Es una parte muy importante porque hace que el gas que se encuentra contenido en la botella, sea asimilable por los habitantes del acuario. El problema de los equipos que no cuentan con esta bomba o que no son de la mejor calidad, es que el gas termina por ser expulsado hacia la atmósfera. Aquí entra en etapa de intercambio gaseoso y no se puede absorber todo el gas. 3400

El problema que puede tener algunos cuidadores de acuario, es la estética de este equipo. Puede ser un aparataje un poco grande que ofrece algunas dificultades al momento de integrarlo dentro de la decoración. Existen modelos que se pueden colocar en interiores o exteriores. Los que van en el exterior suelen estar situados a un costado de la salida del filtro presurizados.

ATOMIZADORES DE CO2

Estos equipos se colocan en el exterior del acuario, de un modo análogo al lugar donde se colocó el reactor. En su interior, se encuentra una piedra muy porosa por la que debe circular el gas. Por la presión con la que es expulsado el gas, logra atravesar los espacios entre las rocas y entra en el circuito de agua. Aunque un atomizador no está diseñado para disolver totalmente el gas, sí logra crear pequeñas burbujas que cuando llegan a la corriente de agua generan cierto movimiento.

DIFUSORES DE CO2

Si has visto a un difusor de aire, puedes hacerte una idea de cómo funcionan los difusores de CO2. Se compone de una pieza cerámica que tiene muchos poros por la que salen las burbujas. Dependiendo de la estructura de la cerámica, las burbujas pueden tener el mismo tamaño o ser irregulares. Esta suele ser una opción que llega a desperdiciar bastante cantidad de oxígeno porque el gas no se encuentra disuelto y la mayor parte de él escapa hasta la capa superior del acuario y se pierde en el intercambio gaseoso.

Otro tipo de burbujas terminan por quedar atrapadas en las hojas de las plantas porque son arrastradas por el movimiento hacia estas zonas.

Existen varias formas de añadir mayor cantidad de CO2 en el acuario. Aunque puedan ser un poco más costosas, la mejor opción es aquella que te ofrezca controlar varios parámetros como el pH y la cantidad de carbonatos. Esta es una forma de mantener mayor coltron en el la calidad del agua del acuario, sobre todo si las especies que lo habitan tienen requerimientos muy específicos.

Existen muchos productos que ofrecen aumentar los niveles de CO2, pero tienen grandes cantidades de fosfatos. El carbono no es el único nutriente que necesitan las plantas, y aunque también necesitan fosfato para vivir, cuando este se encuentra en niveles muy altos, es muy probable que exista una plaga de algas. Los acuarios muy iluminados suelen tener niveles altos de fosfatos y otros compuestos nitrogenados. En estas circunstancias la algas aprovechan para aparecer. Si se elevan más los niveles de fosfato intentado aumentar el CO2, es la receta para el éxito de las algas.

Algunos filtros seco-húmedos prometen aumentar el dióxido de carbono en el acuario, pero el gran problema es que ayudan al intercambio gaseoso y la mayor parte del gas se va a la parte superior y termina por fundirse con el agua de la atmósfera y pierden los peces y plantas. Los filtros presurizados son más eficientes porque no hacen que el gas se escape hacia la parte alta del acuario.

Como creencia popular, se cree que colocando la salida del filtro en la parte superior, se va a producir mucho más movimiento y más dióxido de carbono, pero no es así. El efecto es similar al de los filtros seco-húmedos. Sí que genera más dióxido de carbono, pero la amyor parte de este termina por escapar fuera del acuario.

LA LUZ Y LOS CARBONOS

La cantidad de luz y carbonos son directamente proporcionales, por lo que los acuarios que necesitan mucha luz, también van a necesitar mucho más carbono. Si tienes un acuario que no requiere mucha luz, no hay de qué preocuparse porque con el suplemento de dióxido de carbono natural para las plantas será más que suficiente para todo el acuario.

TIPOS DE CO2 COMERCIALES

En el mercado existen varias soluciones de CO2 que puedes usar en tu acuario, pero tienen algunos problemas significativos. Debes tener en cuenta que cuando es necesario mantener controlado el CO2, estamos hablando de acuarios que requieren de un poco más de experiencia y cuidados. No podemos dejar este parámetro controlado sin supervisión. En este sentido, es importante tener en cuenta que hay soluciones en el mercado que aunque aumentan el CO2, no ofrecen las garantías de control sobre el producto, lo que significa algunos riesgos.

PASTILLAS DE CO2

También se conoce como CO2 seco, se trata de pastillas efervescentes que puedes usar tu mismo. Al igual que lo hace cualquier pastilla efervescente, el CO2 en este caso empieza a disolverse y se elevan los niveles en el agua, pero hay varios inconvenientes. El primero, es que el control no es realmente efectivo en estos casos porque no hay forma de saber qué cantidad de CO2 se está liberando en comparación con las necesidades del acuario. Es decir, se trata de un método en que no se puede medir con exactitud y ya sabemos que los habitantes del acuario pueden sufrir por causa de una intoxicación de este gas.

Los métodos caseros o los controlados por bomba son mucho más eficientes y hay menos riesgos para la salud de los peces. También hay ciertas pastillas que requieren un método de instalación, que si llega a salir mal, el gas empieza a liberarse sin control y no es posible saber con precisión qué ha salido mal.

CO2 LÍQUIDO

 

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Esta es otra de las opciones más comunes. Ofrece cierta controversia porque no todos los expertos en acuariofilia lo recomiendan, pero según la experiencia, se puede encontrar una forma eficiente de hacerlo. La mayoría de estos productos suelen ser altos en glutaraldehído, por lo que no es un reemplazo real de CO2. Si se usa en dosis pequeñas, puede ayudar mucho a eliminar el problema de las algas, pero hay que tener precauciones.

Si tienes Riccias, puede que estas se vean perjudicadas. Las gambas también pueden ser muy susceptibles a este componente. Aunque este método puede ser más recomendable que el CO2 seco, es importante tener precauciones. A menos que tengas un medidor de CO2, es difícil saber con exactitud cuánta cantidad diaria necesitan nuestras plantas y peces. También debes tener en cuenta que no todos los acuarios son iguales y según el tipo de plantas y peces que vivan, debes tener en cuenta la reacción de estrés ante el producto.

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CO2 CASERO

Una opción muy popular en el cuidado de peces, es añadir un extra de CO2 en el acuario a través de una fórmula y sistema caseros. En la gran mayoría se usan botellas de plástico porque este es un material muy resistente y estable para soportar la fórmula. La mezcla entre azúcar, levadura y agua provoca una fermentación que funciona de forma análoga a como lo hacen las bombas de presión de CO2.

La liberación de CO2 se hace en grandes cantidades, pero el gas se va a dosificar  a través de un pequeño tubo que tiene en un extremo un difusor que se coloca dentro del acuario. Esta es la forma en el difusor crea microburbujas que pueden ser absorbidas por las plantas y los peces sin que el gas termine por escapar hasta la superficie.

 

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Aunque este es una alternativa muy eficiente para no comprar otros aparatos más costoso y complejos, hay que tener algunas precauciones. Las mezclan suelen tener una vida útil de entre 7 y 15 días. También debes saber que la producción de CO2 va disminuyendo con el pasar de los días. Esta es una opción que funciona muy bien, pero hay que tener paciencia y dedicación.

En la relación calidad-precio, las opciones domésticas son mucho más atractivas. Existen muchos oxigenadores comerciales en el mercado, pero los precios se encuentran entre los 125 y los 180 euros. Aunque es un rango bastante amplio, la calidad y el funcionamiento de la botella y el engranaje va a incidir en el precio total. Las botellas deben tener una duración de 10 años como mínimo según la legislación vigente. Por otro lado, el manoreductor también debería durar unos cuantos años.

Las recargas de oxígeno también varían bastante, pero el rango se encuentra entre los 10 y los 20 euros y la duración depende del tamaño del acuario. Si tienes un acuario de unos 100 litros, una botella debería tener una duración de unos 2 meses. También hay que tomar en cuenta la necesidad de oxigenación extra que requieren los habitantes del acuario.

Las opiniones en cuanto a comprar o no este tipo de aparatos, están muy divididas. Lo mejor será fijarse en la situación particular de cada acuario. En cualquier caso, si tienes un acuario con altos requerimientos y tienes la posibilidad de comprar un equipo, es una buena idea. También debes tener en cuenta que va a ser una inversión que va a durar varios años. Además, muchos modelos ofrecen medidores de otros parámetros como la dureza general y el pH, lo que hace que uno de estos aparatos sea una inversión que te va ayudar a mantener el acuario equilibrado sin demasiados esfuerzos.

La gran ventaja del método casero con azúcar, levadura y agua es su costo.  Frente a los 180 euros que puede costar un equipo para oxigenar el acuario, los pocos euros que cuesta una botella y con algo de levadura y azúcar, la opción casera es mucho más económica. Pero debes tener en cuenta que requiere mucho más cuidado y mantenimiento. Tampoco ofrece un control demasiado exacto sobre la cantidad de CO2 que se está liberando. Si tienes en cuenta que el dióxido de carbono altera otros parámetros, deberás ser cuidadoso para mantener el equilibrio del acuario.

En el caso de que no quieras gastar tanto dinero en todo el equipo, puedes comprar algún medidor de CO2. Estos son mucho más económicos y pueden ayudarte a tener un poco más de exactitud. Debido a que la cantidad de dióxido de carbono afecta directamente el nivel de pH, muchos de estos medidora incluye un medidor de pH que va a indicar si el agua se acidifica o alcaliniza.

Estos medidores se sumergen en el agua con un reactivo que es reemplazable. Los modelos más básicos indican el nivel de pH con colores. Amarillo significa un nivel excesivo de CO2, mientras que el verde indica que esta en su justa medida, por ultimo, el azul siginifica que hace falta dioxido e carbono en ela gua.

El problema de estos modelos, es que los indicadores son generales. Si tienes un acuario que no tiene habitantes con demasiada sensibilidad a estos parámetros, esta puede ser una opción funcional. Sin embargo, para acuarios High Tech, esto se va a quedar un poco corto.

Por otro lado, existen modelos digitales mucho más exactos que indican los niveles mucho más exactos por cada litro de agua. De nuevo, la elección de un medidor va a depender de las exigencias particulares de cada acuario.

CONSEJOS PARA UTILIZAR UN OXIGENADOR DE ACUARIOS

Un accesorio extra que no es muy costoso y que algunos equipos traen incorporados es un cuenta burbujas. Instalando unos de estos es mucho más fácil saber cuántas burbujas se están liberando por segundo. Por otro lado, si quieres regular manualmente la cantidad de CO2 en el acuario, esto hace que la labor sea mucho más fácil.

Para aprovechar al máximo el equipo, es necesario encenderlo 30 minutos antes de empezar el ciclo lumínico. Cuando se apaguen las luces, el oxigenador debe estar apagado 30 minutos antes.

Por último, no olvides usar bien las válvulas solenoides con un manorreductor que se pueda conectar con un temporizador para establecer el ciclo de oxigenación según la necesidad del acuario.

MEZCLA DE AZÚCAR LEVADURA Y AGUA PARA PRODUCIR CO2 EN UN ACUARIO

En primer lugar, debes saber que la levadura química no funciona en los casos de que quieras dióxido de carbono para tu acuario. Se debe usar levadura fresca o levadura de panadería. También vas a  necesitar azúcar común y agua. El proceso consiste en una fermentación en la que la levadura empieza a nutrirse del azúcar y empieza a producirse el CO2, junto con algunos tipos de alcoholes. Esta reacción que produce dióxido de carbono termina en cuanto la levadura ya no tiene azúcar o cuando la fermentación tiene demasiado tiempo y el alcohol termina por matar la levadura.

PREPARACIÓN

Lo primero es poner el azúcar en una botella plástica. La medida es de unos 100 gramos por cada medio litro de agua bruto que posea la botella. Es decir, si tenemos una botella plástica de 2 litros, hay que añadir 400 gramos de azúcar. Es importante que estas medidas sean calculadas lo más exacto posible. Si puede usar una báscula, mucho mejor. Las básculas que se usan en la cocina van a funcionar sin ningún problema.

Para el tratamiento de los ingrediente, lo mejor es usar un embudo porque es una herramienta práctica y fácil de usar para evitar accidentes y desperdicio. Después del azúcar, hay que introducir el agua a temperatura ambiente y que llene ¾ partes de la botella. Hay que agitar todo muy bien hasta que el azúcar esté completamente disuelto y no se observan granos en el fondo de la botella.

La levadura no se puede mezclar directamente en la botella, hay que usar una pre mezcla. En un poco de agua, se debe añadir una cucharadita de postre llena de levadura. La levadura en polvo absorbe más agua, por lo que es necesario añadir un poco más de agua para que se pueda disolver. Para evitar que se formen grumos con la levadura de panadería, hay que esperar unos dos minutos antes de empezar a remover. Cuando la levadura se ha disuelto, se puede introducir esta mezcla en la botella.

La botella no debe estar llena de agua porque cuando comienza la fermentación, el nivel del agua empieza a subir porque se va llenando de gases. También es posible que se cree una espuma encima del agua. Cuando no hay suficiente espacio, la mezcla empieza a filtrarse desde la botella hasta el acuario. Ten en cuenta que el proceso de fermentación no es inmediato.

Lo mejor es que el agua esté a temperatura ambiente, pero la fermentación se da más rápido cuando el agua y la temperatura del ambiente son más cálida. El CO2 empieza a producirse cuando la fermentación está avanzada y puedes darte cuenta cuando empieza a aparecer la espuma encima del agua.

VERSIONES DE LA MEZCLA CASERA

Hay algunas formas de mejorar la calidad y el rendimiento de esta mezcla, pero siempre hay que saber que este es un método en el que se debe cambiar la mezcla cuando ya no sea capaz de producir CO2.

Para extender la vida útil de la mezcla, hay que liberar el agua del cloro. Para esto se debe dejar en reposo durante 24h antes de mezclarla con el azúcar y la levadura. Si el agua que sale del filtro no tiene cloro, no es necesario realizar este paso, pero en muchos de los procesos de potabilización del agua para consumo humano, se usa cloro.

Las levaduras que se usan para estas mezclas son de panadería, pero hay otro tipo de levaduras que pueden ser usadas y no van a alterar el resultado. Una forma de extender la durabilidad de la mezcla es usar levadura de vino o levadura de champagne porque esta es mucho más resistente ante la presencia de alcoholes que la levadura de panadería. Cuando se utiliza este tipo de levadura no es necesario usar tanta cantidad.

El problema de estas levaduras es que son un poco más costosas que las levaduras en polvo o la de panadería y también es más difícil de conseguir en algunos lugares. La levadura de cerveza es la que se usa en muchas fermentaciones de varios tipos de alcoholes. También es más resistente a los alcoholes y va a hacer que el sistema de CO2 casero sea mucho más largo.

Algunas versiones de este tipo de mezclas utilizan una adición de bicarbonato de sodio para estabilizar la mezcla y extender su uso. El bicarbonato de grado alimentario que se puede encontrar en los supermercados funciona como un tampón para que la levadura se mantenga más estable. También se vuelve más eficiente porque la potencia de las burbujas duran algunos días más en comparación con las mezclas que no usan bicarbonato de sodio.

El tiempo promedio que dura este tipo de mezclas está entre los 7 y los 15 días, porque se usa azúcar común. Sin embargo, hay otro tipo de azúcares refinados que se mantienen mucho más estables y por más tiempo para que la levadura pueda nutrirse mucho más.

La gelatina neutra se puede usar en estos casos porque ayuda a que la levadura absorba el azúcar de una forma mucho más estable. Es decir, los azúcares se van liberando de forma paulatina para que el suministro de azúcares se extienda por algunos días. Aunque se suele usar gelatina sin sabor, también se puede usar gelatina de sabores y estos casos funcionan de la misma forma que la gelatina neutra para conseguir la fermentación y CO2. El agar-agar también se usa en estas fórmulas y funciona de la misma forma.

Una ventaja que tienen este tipo de gelatinas es que se puede ver cómo actúa la gelatina sobre el agua y es más fácil saber cuándo es necesario cambiar la mezcla. Si vas a usar gelatina o agar-agar para sustituir el azúcar en la mezcla, se tiene que igualar la cantidad de azúcar a las necesidades de la mezcla porque no todas las mezclas tienen la misma cantidad de azúcar y tal vez sea necesario adicionar para llegar al nivel necesario según la capacidad de la botella.

Para reemplazar al azúcar por la gelatina, se debe usar la mitad de la capacidad de la botella. Es decir, sólo se debe llenar  la mitad de la botella según las instrucciones del fabricante. Si hace falta mezcla, se debe equilibrar con azúcar granulada. Hay que hacer la mezcla del azúcar y el agua cuando todavía está caliente para evitar los grumos. Después de que todo esté disuelto, hay que esperar a que esté fría para poder vaciarla en la botella, pero no hay que esperar demasiado porque la mezcla puede llegar a cuajar.

Debido a que la mezcla entre gelatina y agua sólo va a llenar la mitad de la mezcla, hay que llenarla de agua hasta llegar a los ¾, pero dejando un margen antes de los ¾ porque la gelatina tiende a aumentar de volumen en cuanto la temperatura empieza a bajar. Cuando ya se encuentra a temperatura ambiente, hay que meter la botella dentro de la nevera para que se solidifique. Cuando ya se encuentra en su punto la gelatina, se introduce la solución de agua y levadura. Debido a que la gelatina va a estar fría cuando entra en contacto con la levadura, y fermentación va a tardar un poco más.

Algunos casos de éxito que hemos visto con el sistema casero, han demostrado que las mezclas más estables y que mayor tiempo funcionan bien en los acuarios, son las que incluyen agar-agar. Dependiendo de la disponibilidad de este ingrediente y su coste, será más fácil definir si este es un método que se puede mantener a largo plazo. El tiempo que puede durar esta mezcla con un buen suministro de CO2 con agar-agar puede llegar hasta un mes completo en un acuario de 100 litros.

Para usar la mezcla con el agar-agar hay que hacerla en una fuente de calor. SI se van usar una botella de dos litros, hay que poner a punto de ebullición 1 litro y cuando ya esté en este punto se empieza a disolver 400 gramos de azúcar hasta que quede totalmente disuelto en el agua. Lo mejor es colocar el azúcar poco a poco. Después de esto, y mientras todavía está en punto de ebullición el agua, se coloca el agar-agar según las recomendaciones del fabricante.

Antes de pasar la solución  a la botella, hay que esperar a que se enfríe un poco para poder manejarla con más facilidad y evitar que la botella se deforme y se queme. En la medida en que el agua se va enfriando, se puede ir añadiendo el agua fría hasta llegar a la medida de ¾ de la capacidad de la botella. Igual que otras versiones, hay que dejar un poco de espacio porque la mezcla gana un poco de volumen cuando se enfría y cuando empieza la fermentación.

Debido a que el agar-agar no funciona igual que la gelatina, no es necesario meterlo a la nevera para que se solidifique. Después de una noche a temperatura ambiente fuera de la nevera, será más que suficiente para que se solidifique. Después de este tiempo hay que añadir la levadura diluida en un poco de agua.

Todas estas mezclas requieren algún tiempo para que empiece la fermentación y en el caso del agar-agar, hay que esperar alrededor de una hora para empezar a obtener CO2. El comienzo de este proceso es más gradual que el resto de mezclas porque no se produce tanto CO2 al principio y con el paso del tiempo empieza a aumentar el nivel de gas.

Un indicador de que la fórmula ya no está funcionando es que se puede observar una parte líquida en la parte superior que se compone, fundamentalmente, de agua y alcohol. Luego se puede observar una zona con aspecto de gelatina blanquecina y corresponde a la parte de la mezcla que ya ha sido utilizada. Se puede ver que esta es una parte grande porque se trata de la zona de levadura que ha absorbido los azúcares. Una buena forma de aprovechar toda la levadura y el azúcar, es agitar toda la botella para que la levadura se mueva hasta las zonas donde se encuentra localizada el azúcar. Es posible que veas que la mezcla se activa nuevamente porque los componentes se vuelven más homogéneos.

Si ves que la mezcla no se activa o continúan viéndose capas separadas dentro de la botella, una buena solución es vaciar una parte de la mezcla que ha tomado un color claro o transparente y agregar un poco de agua del grifo. Esta es una forma eficiente de reducir la cantidad de alcohol que se encuentra retenida para que la fermentación pueda seguir por algunos días más. Además, esto ayuda a que la levadura que quede termine de alimentarse y absorber los demás azúcares.

La forma más gráfica de saber que la mezcla no funciona es cuando la parte gelatinosa de la botella empieza a desaparecer. En este punto es necesario tirar la mezcla y preparar otra.

Este es un sistema que funciona bien cuando los acuarios tienen una capacidad mínima de 60 litros. La disolución de CO2 funciona bastante bien con este método porque se controlan los picos hasta estabilizarlos y se aprovecha mucho todo el gas que se produce por vía de la fermentación. En el caso de que se necesite un sistema más grande para abastecer acuarios mas grande, solo hay que multiplicar las cantidades.

El problema cuando son acuarios más grandes, es que es posible que el gas se termine mucho antes, pero en estos casos se puede emplear una botella más grande. Usar un recipiente más grande puede ser un poco complicado para ubicarlo en el mueble del acuario y también puede ser poco estético por el tamaño.

VENTAJAS Y DESVENTAJAS DEL CO2 CASERO

Este método no es tan conocido, pero puede ser una muy buena opción cuando no se cuenta con un presupuesto demasiado generoso para instalar equipos mucho más específicos. La mayor ventaja de este método ante otros es que se trata de una opción mucho más económica, aunque siempre existen modelos más eficientes que valen la pena por el precio. El mercado de segunda mano también tiene opciones que son interesantes.

Se pueden encontrar equipos presurizados que se pueden encontrar desde los 80 hasta los 250 euros con características y funcionalidades muy variadas, pero son equipos que tienen algunos problemas en su funcionamiento a largo plazo. Los equipos caseros tienen un coste máximo de 5 euros.

Las recargas también son más fáciles en un sistema casero porque no hay que llevarlos a un sitios especializado donde recarguen dióxido de carbono para acuarios. Los lugares donde prestan estos servicios no son tan abundantes y tal vez sea necesario que te transportes hasta lugares un poco lejanos.

Un problema de los sistemas caseros es que no se adaptan bien a todos los tipos de acuarios, sobre todo los que necesitan monitores mucho más estables y exactos. Al contrario, los sistemas presurizados y automatizados funcionan bien en todos los acuarios. Cuando los acuarios superan la cantidad de 120 litros, el gas empieza a tener problemas porque no se distribuye uniformemente por toda la superficie y una parte de él termina por escapar a la superficie.

Algunos usuarios optan por colocar varias botellas a los largo del acuario para garantizar que todo el acuario pueda tener todo el gas necesario. Sin embargo, esto es un problema porque habrá que hacer espacio en el mueble para colocar las botellas y estéticamente podría resultar un obstáculo. En el caso de acuarios muy grandes como los de 300 litros, este es un sistema que no puede implementarse porque no tiene la fuerza suficiente para abastecer las necesidades del acuario.

Un problema de los sistemas caseros es que no se puede tener un control exacto y tampoco se puede regular la cantidad de dióxido de carbono que está en el acuario. Los métodos caseros ofrecen algo de control usando la dosificación de la levadura, la temperatura del agua y del ambiente, el uso de gelatinas o agar-agar, pero estas no son formas de medición y regularización estable.

Los sistemas presurizados funcionan con dispositivos mecánicos y exactos porque las válvulas son eléctricas. Además, este tipo de dispositivos se puede apagar CO2 mientras la luz se encuentra pagada porque tienen cronómetros que se programan con anterioridad. Además, esto es importante para que no se intoxique a los habitantes del acuario con CO2.

Cuando instales un método casero, es importante que busques el difusor adecuado. Algunos modelos de difusores están diseñados para funcionar con una bomba de presión. El proceso de fermentación no produce tanto gas como algunos de los difusores necesitan para funcionar.

Una desventaja común de los métodos caseros es que la difusión requiere mayor mantenimiento. Cada 2 a 4 semanas hay que reemplazar la mezcla para mantener un flujo de CO2 uniforme y constante. Por otro lado, las bombas presurizadoras pueden aguantar varias semanas más, dependiendo del tamaño y las necesidades de acuario.

Los sistemas caseros suelen ser menos estéticos. En la salida del tubo se puede acumular cierta materia de color blanquecino con textura algodonosa. Esta materia no es nociva y no le va a hacer daño a los peces o a las plantas. Un problema que sí puede tener este sistema, es que esta materia puede obstaculizar el trabajo de la piedra difusora. Cuando se usan otros sistemas, esto se evita porque el engranaje trae incorporado un vaso de limpieza que recoge esta materia. Con el uso de un filtro en el oxigenador y el cuenta burbujas no se forma este aspecto poco estético.

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